Dicen que cuando la historia llamó a su puerta ninguno miró atrás.
Dicen que cuando dijeron sus nombres ninguno buscó excusas y todos dieron un paso al frente.
Dicen que cuando sus mujeres e hijos los vieron marchar no estaban tristes pues sabían que iban en busca de su destino.
Dicen que vestían de gris como los tiempos que les tocaron vivir y de amarillo como la gloria que les esperaba.
Dicen que otros vinieron detrás, que recogieron su estandarte y volvieron a presentar batalla cuando aquellos nombres eran sólo polvo en el recuerdo.
Dicen que cuando la gloria cubrió sus cuerpos fríos con la bandera gris y amarilla sus enemigos pusieron un pie en tierra para honrarles pues fueron justos en la batalla.
Dicen que sus nombres fueron Álvaro, Peplowski, Chavi, Oscarevic, Camilo, Drogakevicius, Furillo y Pakhicius.
Y dicen que eran de la materia de la leyenda.