Dos Torres contra nueve Reyes: Pub Dexeo 42 - Defensores 38

Escoció la derrota del domingo. Un partido al que acudimos con bajas muy importantes pero que gracias a una gran defensa pudimos mantener vivo y con la iniciativa en el marcador desde el principio. Duele más cuando después de mandar en el marcador durante treinta y nueve minutos (en todo ese tiempo sólo una vez se pusieron por delante en el minuto tres del último cuarto y por dos puntos), se nos escapó el partido en el minuto cuarenta. El empuje de sus hombres (muy) altos nos hizo mucha pupa más aún cuando nuestras ausencias se centraban sobretodo en esa zona. Salimos muy concienciados y con buena defensa, sacudiéndonos perfectamente la caraja de partidos pasados y acabando el primer cuarto con un contundente 3 a 15 a nuestro favor aprovechando la presencia de uno sólo de sus pivots. El segundo fue otra historia, apareció su segunda torre y nosotros tuvimos que buscar relevos de urgencia para dar descanso a nuestros hombres, eso unido a un periodo de ofuscación hizo que se acabara con un tanteo similar pero ahora en contra, al descanso 18 a 19. Tras el descanso volvimos a la misma intensidad que en el primer cuarto y comenzamos a repetir la historia poniéndonos hasta diez arriba, un inicio fulgurante que acabó diluyéndose en pérdidas de balón un tanto absurdas y precipitadas que nos impidieron matar el partido cuando deberíamos haberlo hecho. Aún así arranques de casta nos mantenían por delante en el marcador 24 a 30 al final del tercer cuarto. En el último cuarto todo se decidió en el último minuto al que llegamos 36 a 38 arriba, unos cuantos errores nuestros en dos o tres contraataques que acabaron en pasos o tiros fallados y gran acierto suyo desde la línea de tiros libres (6 de 6) que dejaba el marcador final en 46 a 38. Nada que objetar a la victoria de los muchachos de Dexeo a los que felicitamos, felicitación que hago extensiva al árbitro, un jovenzano que lo hizo bastante bien.
Ánimo Defensores, ya sabemos que hay mucha gente a la que le encantaría coger una furgoneta, venirse de madrugada hasta Santa Ana para que apareciéramos el lunes boca abajo en una cuneta pero no les vamos a dar el gusto, venderemos cara la victoria. Nos vencerán pero no nos convencerán de que este grupo humano cabalga inexorable hacia el triunfo final avanzando intrépido por sus propios caminos, escudriñando los vericuetos del fracaso conseguiremos saborear con más deleite las mieles del triunfo que sin duda ha de llegar ofreciendo un espectáculo de sufrimiento y dedicación que asombre al mundo deportivo que nos contempla patidifuso y que, lo quiera o no, ve en nosotros héroes modernos a los que emular secretamente.
Sois Defensores, levantaos y seguid luchando.
Ravus et Flava Omnia vincit!