martes, 22 de abril de 2008

Dicen que eran ocho

Dicen que cuando la historia llamó a su puerta ninguno miró atrás.

Dicen que cuando dijeron sus nombres ninguno buscó excusas y todos dieron un paso al frente.

Dicen que cuando sus mujeres e hijos los vieron marchar no estaban tristes pues sabían que iban en busca de su destino.

Dicen que vestían de gris como los tiempos que les tocaron vivir y de amarillo como la gloria que les esperaba.

Dicen que otros vinieron detrás, que recogieron su estandarte y volvieron a presentar batalla cuando aquellos nombres eran sólo polvo en el recuerdo.

Dicen que cuando la gloria cubrió sus cuerpos fríos con la bandera gris y amarilla sus enemigos pusieron un pie en tierra para honrarles pues fueron justos en la batalla.

Dicen que sus nombres fueron Álvaro, Peplowski, Chavi, Oscarevic, Camilo, Drogakevicius, Furillo y Pakhicius.

Y dicen que eran de la materia de la leyenda.

2 comentarios:

defensor13 dijo...

Hostia puta!.... DEFENSOREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEES!
Hermano, eres justo capitán de este equipo... se me ha puesto la piel de gallina y me han entrado ganas de entrar en batalla de verdad, ja ja ja... lo cierto es que hay algo bien cierto y es que este equipo ya está adquiriendo un caracter mítico indudable. Amigos, los que habéis decidido formar parte de esta locura habéis decidido bien, por que como los doce del patíbulo siempre fueron ya doce aunque se sumaran màs al grupo, los ocho defensores míticos ya serán siempre los ocho míticos fundadores de esta locura, "los ocho defensores originales",ja ja ja, un abrazo a todos ellos...
se me acaba de ocurrir un grito de guerra inmortal (de uso interno y con total respento por los caídos)
GRIS Y AMARILLO, COMO MI CALZONCILLO!

binguero dijo...

Compañeros, hacéis que me sienta orgulloso de formar parte de los Defensores. Por un lado, me emociona la arenga de nuestro capitán que nos conduce de la mano hacia la gloria, y por otro me cuadro y me pongo firme al escuchar el que hemos de patentar ya como nuestro grito de guerra: "¡Gris y amarillo, como mi calzoncillo!". Es este un ripio capaz de motivar a los más afligidos, como lo hace el célebre "A mí la Legión", y al mismo tiempo lleno de poesía costumbrista, como los clásicos "Nocilla, qué meriendilla" o el más trabajado "¿Es nuevo? No, lavado con Perlán", simplemente magistral. Queda demostrado que no sólo somos unos genios del glorioso arte baloncestístico, sino que además también dominamos las oscuras y complejas técnicas del marquetin y los eslóganes, ya que hemos creado un grito de guerra que pronto estará en boca de todos. Felicidades Furillo.

¡¡¡DEFENSOREEEEEEEEEEEEEEEEES!!!