Regular el partido que jugamos el domingo contra Los Paolos, si bien durante el primer tiempo supimos mantenernos en la lucha, una serie de errores encadenados nos descentraron en el tercer cuarto convirtiéndonos en una sombra en el último y castigándonos con un marcador que no merecíamos al final.
El primer cuarto fue una pugna por hacerse con el control del partido o más bien por conseguir la primera canasta, hasta cuatro minutos duró el cero a cero. Nuestro Catapultae Dux fue el primero en llevarse la flor de la canasta paolista que con dos triples nos ponía seis a cero. Remontada del rival, un parcial de diez a cero y un intercambio posterior de golpes dejaba las cosas 9 a 13 al final del primer cuarto. En la reanudación, el pulso continuaba hasta que con un 13 a 17 en contra supimos apretar y desmarcarnos con un nuevo parcial de siete a cero que nos daba una ligera ventaja de tres puntos que lamentablemente fue compensada por Los Paolos al conseguir instaurar las tablas al final de la primera mitad 20 a 20. Durante este primer tiempo pasaron varias cosas y casi ninguna buena, Los Paolos alternaban una defensa dos tres con otra tres dos que a pesar de crearnos algunos problemas supimos atacar con paciencia, pero sobre todo teníamos dos vías de agua muy problemáticas: los balones que conseguían meter a sus hombres de zona que propiciaban canastas muy fáciles y los contraataques con los que pasaba lo mismo. A cambio nosotros opusimos triples en el primer cuarto y canastas de garra en el segundo que nos permitieron compensar estos errores para llegar al final con el empate. En otro orden de cosas padecimos unas cuantas decisiones arbitrales que nos perjudicaron, alguna demasiado clamorosa que acabó en una técnica un pelín rigurosa. Pero bueno, a todo nos sobrepusimos. El tercer cuarto fue otra historia, salimos descentrados y recibimos varias canastas bajo aro y un triple que nos descentró todavía más, a pesar de ello las diferencias todavía no eran grandes 24 a 30 entrado el minuto siete, pero se agravaron con el paso de esos minutos hasta los nueve puntos en el último minuto y un triple en la última acción del cuarto nos dejaba con doce puntos abajo. Fue sin duda un golpe moral porque si hasta entonces a pesar de no jugar bien no nos habíamos ido del partido el último cuarto supuso nuestro declive definitivo, la anotación lo dice todo, dos puntos, pero es que además nada salía bien, perdíamos pases, fallábamos canastas, todo empezó a salir mal mientras que nuestros contrincantes conseguían dos nuevos triples y lo anotaban casi todo. Entonces cuando ya todo estaba perdido y el partido a punto de acabar ocurrió un desagradable incidente que se saldó con dos técnicas descalificantes una para cada equipo. A partir de ese momento todo se embarulló, yo personalmente después de acudir a la tangana tuve que hacerme cargo de mi prole y sentar a mi vástago en el banquillo lo que sin duda me restó percepción de lo ocurrido, así que a la espera de versiones de primera mano y antes de poner esto en manos de nuestros abogados de Legálitas la versión de la que dispongo es que nuestro jugador cometió falta en ataque y al caer al suelo por la acción, un jugador paolista le dio un manotazo en la cabeza, una acción muy fea que hizo que el defensor le recriminase verbalmente lo que a su vez propició que el árbitro le pitase la descalificante. Parece ser también que un jugador paolista que según oí no era el implicado en la jugada (esto no lo sé) al acudir a separarlos también fue descalificado. Y hasta ahí puedo leer. Lo que reflejó el árbitro en el acta fue que el defensor “fue descalificado al encararse con el jugador” mientras que el paolista “también fue descalificado por empujarle con ambas manos en el pecho”. Con todo y sin tener toda la información no creo que la cosa fuera para tanto, un lance más que tiene el juego en el que un árbitro algo peculiar quiso matar moscas a cañonazos cuando podía (quedaba un minuto de partido) haber atemperado más, creo que sobraban como mínimo las descalificantes que ahora nos pueden traer problemas a ambos equipos, sobretodo a nosotros que estamos más abajo en la tabla.
Obviando el incidente final podemos decir que nuestra baza era que nos saliera un buen partido y ellos tuvieran un día flojo, ninguna de las dos cosas pasó, ellos sin hacer un partido brillante jugaron mejor y nosotros no lo hicimos bien, eso sin restar méritos al rival pues si jugamos regular fue porque ellos supieron defendernos y desde aquí nuestras felicitaciones. Por otro lado también ellos tenían algo más de fondo de armario del que tirar para dar aire a sus jugadores en un partido en el que lo físico fue importante. Aún así, aunque la derrota entrase en nuestros planes la diferencia final me parece algo injusta después de ver el desarrollo del partido pero bueno, la injusticia es compañera inseparable de los Defensores, su presencia el peaje necesario para hacer más sublime aún si cabe nuestra victoria y su superación la consagración definitiva de nuestros poderes. Subámonos a su grupa, quitémonos el sombrero y lanzando una pedorreta riámonos de las parcas y de la esquiva suerte y metámonos en la siguiente taberna donde quizás y tras la próxima pelea la victoria caiga en nuestro lecho permitiéndonos disfrutar un tiempo más de sus favores.
¡ARRIBA DEFENSORES!
RAVUS ET FLAVA OMNIA VINCIT.
El primer cuarto fue una pugna por hacerse con el control del partido o más bien por conseguir la primera canasta, hasta cuatro minutos duró el cero a cero. Nuestro Catapultae Dux fue el primero en llevarse la flor de la canasta paolista que con dos triples nos ponía seis a cero. Remontada del rival, un parcial de diez a cero y un intercambio posterior de golpes dejaba las cosas 9 a 13 al final del primer cuarto. En la reanudación, el pulso continuaba hasta que con un 13 a 17 en contra supimos apretar y desmarcarnos con un nuevo parcial de siete a cero que nos daba una ligera ventaja de tres puntos que lamentablemente fue compensada por Los Paolos al conseguir instaurar las tablas al final de la primera mitad 20 a 20. Durante este primer tiempo pasaron varias cosas y casi ninguna buena, Los Paolos alternaban una defensa dos tres con otra tres dos que a pesar de crearnos algunos problemas supimos atacar con paciencia, pero sobre todo teníamos dos vías de agua muy problemáticas: los balones que conseguían meter a sus hombres de zona que propiciaban canastas muy fáciles y los contraataques con los que pasaba lo mismo. A cambio nosotros opusimos triples en el primer cuarto y canastas de garra en el segundo que nos permitieron compensar estos errores para llegar al final con el empate. En otro orden de cosas padecimos unas cuantas decisiones arbitrales que nos perjudicaron, alguna demasiado clamorosa que acabó en una técnica un pelín rigurosa. Pero bueno, a todo nos sobrepusimos. El tercer cuarto fue otra historia, salimos descentrados y recibimos varias canastas bajo aro y un triple que nos descentró todavía más, a pesar de ello las diferencias todavía no eran grandes 24 a 30 entrado el minuto siete, pero se agravaron con el paso de esos minutos hasta los nueve puntos en el último minuto y un triple en la última acción del cuarto nos dejaba con doce puntos abajo. Fue sin duda un golpe moral porque si hasta entonces a pesar de no jugar bien no nos habíamos ido del partido el último cuarto supuso nuestro declive definitivo, la anotación lo dice todo, dos puntos, pero es que además nada salía bien, perdíamos pases, fallábamos canastas, todo empezó a salir mal mientras que nuestros contrincantes conseguían dos nuevos triples y lo anotaban casi todo. Entonces cuando ya todo estaba perdido y el partido a punto de acabar ocurrió un desagradable incidente que se saldó con dos técnicas descalificantes una para cada equipo. A partir de ese momento todo se embarulló, yo personalmente después de acudir a la tangana tuve que hacerme cargo de mi prole y sentar a mi vástago en el banquillo lo que sin duda me restó percepción de lo ocurrido, así que a la espera de versiones de primera mano y antes de poner esto en manos de nuestros abogados de Legálitas la versión de la que dispongo es que nuestro jugador cometió falta en ataque y al caer al suelo por la acción, un jugador paolista le dio un manotazo en la cabeza, una acción muy fea que hizo que el defensor le recriminase verbalmente lo que a su vez propició que el árbitro le pitase la descalificante. Parece ser también que un jugador paolista que según oí no era el implicado en la jugada (esto no lo sé) al acudir a separarlos también fue descalificado. Y hasta ahí puedo leer. Lo que reflejó el árbitro en el acta fue que el defensor “fue descalificado al encararse con el jugador” mientras que el paolista “también fue descalificado por empujarle con ambas manos en el pecho”. Con todo y sin tener toda la información no creo que la cosa fuera para tanto, un lance más que tiene el juego en el que un árbitro algo peculiar quiso matar moscas a cañonazos cuando podía (quedaba un minuto de partido) haber atemperado más, creo que sobraban como mínimo las descalificantes que ahora nos pueden traer problemas a ambos equipos, sobretodo a nosotros que estamos más abajo en la tabla.
Obviando el incidente final podemos decir que nuestra baza era que nos saliera un buen partido y ellos tuvieran un día flojo, ninguna de las dos cosas pasó, ellos sin hacer un partido brillante jugaron mejor y nosotros no lo hicimos bien, eso sin restar méritos al rival pues si jugamos regular fue porque ellos supieron defendernos y desde aquí nuestras felicitaciones. Por otro lado también ellos tenían algo más de fondo de armario del que tirar para dar aire a sus jugadores en un partido en el que lo físico fue importante. Aún así, aunque la derrota entrase en nuestros planes la diferencia final me parece algo injusta después de ver el desarrollo del partido pero bueno, la injusticia es compañera inseparable de los Defensores, su presencia el peaje necesario para hacer más sublime aún si cabe nuestra victoria y su superación la consagración definitiva de nuestros poderes. Subámonos a su grupa, quitémonos el sombrero y lanzando una pedorreta riámonos de las parcas y de la esquiva suerte y metámonos en la siguiente taberna donde quizás y tras la próxima pelea la victoria caiga en nuestro lecho permitiéndonos disfrutar un tiempo más de sus favores.
¡ARRIBA DEFENSORES!
RAVUS ET FLAVA OMNIA VINCIT.
2 comentarios:
gran crónica. Animo defensores, a seguir luchando.
Muy buena tu crónica, como dice Dual a seguir luchando y seguir asi de bien. Un saludo
Publicar un comentario