lunes, 14 de enero de 2013

Buen comienzo: Stadium 26 S.J. 19 - Defensores 65

Los Defensores comienzan el año como lo acabaron, disfrutando de una buena ducha a nalga caliente tras una gran victoria. El partido contra los jóvenes del Stadium 26 se solventó con claridad desde el primer cuarto lo que permitió cierta relajación y un marcador claro para los Defensores que vencieron por cuarenta y seis puntos de diferencia.
Pero el tema de la semana, además de la preparación del partido como es lógico, fue el destape de una trama de financiación alternativa de los Defensores. Es por ello que la dirección sale al paso de las informaciones vertidas por ciertos medios afectos al CAI en las que se acusaba a este glorioso equipo de obtener fondos de manera torticera. Con motivo de unos habilidosos y complicados movimientos de tesorería llevados a cabo por nuestros servicios económicos, la cuenta de los Defensores presentó por unos días un saldo peligrosamente cercano al cero absoluto. Los usureros de la CAI, para los cuales el compormiso de pago de un defensor es sólo papel mojado, exigieron otros avales, ante los cuales nuestro gran excompañero Pepe alzó su abultada billetera para decir desde el retiro que los Defensores no se rinden. Pepe inscribe con este glorioso acto una página de oro más en su ya brillante y dilatado expediente Defensor y desde aquí así se le reconoce. Gracias camarada. Retornado el capital de algún paraíso fiscal donde ha sido retenido, las finanzas defensoras lucen más rentables que nunca con unos beneficios que asombran a nuestros rivales y que hacen tirarse de los pelos a los jerarcas financieros de la CAI.
Los mismos que pretenden acabar con el prestigio de Urdangarín o con la carrera de Durán i Lleida quieren salpicar a nuestro equipo injustamente, pero los Defensores han demostrado ser la franquicia más rentable de la Social Bronce y quien quiera buscar trapos sucios deberá emprender el camino sin retorno de inmiscuirse en los procelosos mares de una ducha defensora si quiere encontrar algo ilícito a lo cual le retamos e invitamos.
Defensores, aunque nuestra salud moral hace aguas, gozamos de una estupenda condición deportiva y económica de lo cual debemos vanagloriarnos al grito que ya nos ha hecho célebres en tugurios de todo el mundo:
¡DEFENSORES!

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