lunes, 3 de mayo de 2010

Espíritu defensor: Defensores 48 - Mediana 42

"Dadme un ejército de soldados y os ofreceré una buena batalla, conseguidme un puñado de valientes y pondré a vuestros pies un país, reunid una docena de cobardes que tengan fe en un objetivo y os traeré el mundo" (Generalion. Alcibíades de Calcis 801 a.C. - ?)

Por fin la copa se llena de hidromiel y no de la leche agriada de la derrota. Por fin la sangre que empapa la tierra no es la nuestra. Por fin los Defensores vuelven a reunirse por encima de los contubernios que intentan hacerles zozobrar en la venerable misión para la que están predestinados. Después de largos meses de ausencia el espíritu Defensor planea de nuevo en la sagrada fecha del dos de mayo.
Por primera vez después de mucho tiempo los Defensores acudían a un partido con más efectivos que su rival, éramos diez Defensores contra cinco medianos. Confabulados para sacar rentabilidad de esa superioridad decidimos empezar el partido con una intensidad elevada de juego que nos diera el mando del partido. No obstante nuestro objetivo no iba a ser fácil, por un lado hacía tanto tiempo que no jugábamos con tantos jugadores que la falta de costumbre nos jugó una mala pasada, por otro lado los tres triples que nos endosaron nuestros rivales del domingo hizo que el primer cuarto acabase con un 11 a 13 en contra. Aún así, convencidos de que estábamos en el camino correcto seguimos con nuestra filosofía. Los triples de Catapultae Dux no entraban, algunas jugadas no se resolvían como esperábamos pero todos estábamos convencidos de la victoria porque la suma de nuestras conciencias Defensoras había vuelto a crear ese ente que nos sobrepasa y juega como un arma secreta siempre a nuestro favor: el espíritu Defensor. Al comienzo del segundo cuarto las cosas empezaron a carburar y tras un dos más uno de Jose el electrónico señalaba un 16 a 13 en el minuto tres, los Defensores ya nunca volvieron a ir por detrás. Eso no significa que el camino fuera fácil, dos nuevas incorporaciones de nuestros rivales, una de ellas su hombre más alto, equilibraba las fuerzas haciendo que nuestro ataque se ralentizara al mejorar la defensa mediana. Tras empatar en el minuto seis llegamos al descanso con cuatro puntos de ventaja 25 a 21. Hasta la mitad del tercer cuarto las cosas estuvieron igualadas 27 a 25 pero llegado ese punto un golpe de mano Defensor liderado por tres triples de nuestro artillero anuló la resistencia mediana a pesar de que también en su haber se contabilizaban dos triples, 42 a 33 al final del tercer cuarto, la ligera presión que ejercimos a la salida del balón junto con una elevación de la velocidad de juego iba inclinando la balanza de nuestro lado. El definitivo cuarto se movió en diferencias que oscilaban entre los diez y los ocho puntos, puesto que a pesar de que los muchachos de Mediana nunca bajaron los brazos el espíritu Defensor de nuevo pesaba más que los dioses de los lares medianos. Al final una absurda y totalmente inmerecida técnica a Jorge en el último minuto del partido maquilló el resultado dejándolo en el definitivo 48 a 42.
Felicitemos a nuestros rivales por su lucha a lo largo de todo el partido, su pericia y buen juego da más valor a nuestra victoria que deja los enfrentamientos ligeros entre nosotros en dos victorias para cada equipo.
Enhorabuena Defensores, el domingo demostramos que si permanecemos juntos, si acudimos a la llamada como un solo hombre, la victoria caerá irremediablemente de nuestro lado. Poco importa que no conozcamos ni la mitad de las reglas de este deporte, que seamos incapaces de conseguir cuatro botes decorosos o que acabar dos contraataques seguidos nos provoquen agujetas crónicas.
Cuando estamos juntos somos... ¡los Gloriosos Defensores!
RAVUS ET FLAVA

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