miércoles, 27 de octubre de 2010

Odisea 2010: Villarroya 56 - Defensores 46

Primer partido de la temporada para los Galácticos Defensores que acusaron la novedad, la distancia, la falta de personal y un paupérrimo 6 de 22 en tiros libres (vamos, que lo acusaron todo), ante un equipo con mucha gente y ganas, en el que destacan dos claros líderes a los que acompañan más que dignamente un grupo de esforzados jugadores. Fantástica la ayuda que nos proporcionaron para llegar hasta allí y el recibimiento de unos chavales que le ponen ganas, con las únicas lagunas de la excesiva dependencia de algunos jugadores y la normal bisoñez de quien se inicia en estas lides.
Todo comenzó cuando recibimos un mensaje esperanzador desde los confines de la galaxia. Una vez desencriptado resultó ser la amable información que nos enviaba una nueva raza en la confederación social. En él se nos desvelaba con todo lujo de detalles el camino a seguir hasta su hogar, incluyendo desvíos, radares camuflados y todo tipo de información en la que sólo echamos en falta la situación de algún bar por si nuestros depósitos flaqueaban. La amabilidad de nuestros anfitriones sólo pudo ser compensada con la habitual entrega incondicional de los Defensores para los que lo intempestivo de la hora y la lejanía de nuestros nuevos amigos, no suponían sino un aliciente más en su sagrada misión de extender la Nueva Defensora por todo el cosmos. Para ello fueron seis los elegidos, a parte de por sus innegables capacidades, por la falta de otros Defensores que pudieran presentarse a tal misión. Recordamos el consejo del maestro Yoda: Tú ganar no puedes si gente poca a partido llevas. Aún así, seis mártires se aprestaron a la inmolación: José Ignacio, uno de los pocos seres humanos que en plena era atómica utiliza los pedales para desplazarse por el orbe Defensor. Miguel Ángel, atraído desde la capital del imperio a la periferia galáctica para vivir aventuras junto a sus congéneres Defensores. Álvaro, Defensor replicante con huesos de durilium del rasto de Saturno. Furillo, que como Chewbacca iba a conducir su particular Halcón Milenario sufeando en el espacio hasta nuestro objetivo. Jose, experto conocedor de lenguas galácticas y yo mismo, encargado de capitanear la flota Defensora en una nueva misión, como Kirk lo hizo con el Entreprise. Los seis nos preparamos para el largo viaje en la explanada de lanzamiento donde habíamos quedado. Poco antes del ocaso y después de salir de misa, nos repartimos en las dos naves que iban a transportarnos, sumidos en un plácido sueño inducido, hasta nuestro destino. Después de sortear las numerosas obras de la autovía interestelar, alcanzamos nuestro objetivo en lo que para el universo fue alrededor de una hora pero que para nosotros parecieron varios años de viaje. Salimos al nuevo mundo entumecidos y cansados. Miguel Ángel y Álvaro fueron los que mejor soportaron la criogénesis, el primero por la solución alcohólica que embebía su cuerpo y el segundo por carecer de terminaciones nerviosas agostadas por sus múltiples lesiones. Inquietos y decididos alcanzamos el lugar de encuentro, un hangar donde los villarroyácticos nos esperaban para darnos la bienvenida. Como constatamos, los villarroyácticos son seres amables, tan abundantes que casi parecen multiplicarse y por completo azules desde los pies a la cabeza pasando por sus bolsas de deporte.
En tal clima de unión de culturas comenzó el partido. Se notaba que ambos equipos necesitaban rodaje, ellos, como nos dijeron luego, no estaban acostumbrados a jugar, excepto un par de jugadores que llevaban el peso del equipo, y nosotros estando sólo seis, necesitábamos dosificar nuestro juego. El primer cuarto fue para el más experimentado, en este caso nosotros, que supimos manejar el tiempo del partido. No nos escondimos a la hora de defender y cometimos más faltas de las previstas, a pesar de que ya habíamos hablado sobre el peligro de cargarnos con ellas demasiado pronto. La voz de Yoda en nuestra cabeza nos hizo reflexionar: Cometer pocas faltas deberéis si el partido ganar queréis. El cuarto acabó 12 a 14 a nuestro favor. En el segundo la cosa cambió. Obligados a defender más cerrados, dejamos desprotegida la línea de triples desde la que nos metieron dos seguidos que rompieron la igualdad existente hasta entonces. Cinco puntos abajo en el electrónico a los cuatro minutos. Una nueva reacción Defensora lo apretó hasta el 22 a 20 pero un contraataque y otros dos nuevos triples lo alejaron hasta el 30 a 20 con el que llegaba el ansiado descanso. Varios detalles Defensores pudieron verse en el encuentro, el alien que Miguel Angel alberga en su estómago atrapar el balón antes que sus manos, alegres furilladas que desafiaban a la diferente gravedad, pero sobretodo una acción del androide Álvaro3PO en la que sufrió un golpe en esa parte de su cuerpo que imita una cadera humana. Enfervorecido por la épica Defensora se lanzó a capturar un balón dividido que estaba a punto de salir, logrando un salto que le hubiera dado la titularidad en cualquier equipo de fútbol, pero que resultó fatal para sus conexiones caderofemorales que saltaron hechas polvo. Un nuevo problema se sumaba a los demás, nuestro único recambio desaparecía. Así las cosas la reanudación supuso un incremento en el ritmo Defensor que encarando la última mitad del encuentro podía agotar sus reservas de fuerza sin tener que contenerse. Pero como es de todos conocido la fuerza hace tiempo que no nos acompaña. Los Defensores, heraldos de la confederación social, enseñaron a sus congéneres los grandes avances tecnológicos que traían, sobretodo el secreto de las pérdidas de balón, que hace que éste levite a voluntad del contrario y gracias a las cuales nuestros nuevos amigos pudieron irse otra vez en el marcador. Tres contaataques seguidos de su mejor hombre imponían la máxima diferencia 36 a 22 a los cuatro minutos del tercer cuarto. Todo parecía sentenciado, pero con todo en contra, en el peor momento, en terreno hostil, a miles de parsecs de su hogar, fue cuando los Defensores tiraron de casta. En seis minutos, consiguiendo un parcial de 2 a 10, estancando el marcador en un 38 a 32. Un lamentable 2 de 15 en tiros libres impidió la total remontada. Pero el esfuerzo iba a dejar a nuestros héroes sin reservas de defensorita y los motores fueron apagándose. El definitivo cuarto oscilaría con desventajas de entre cinco y nueve puntos pero acabaría con el 56 a 46 que refleja el acta, una diferencia de diez puntos que se fraguó en el segundo cuarto y que a la postre sería definitiva.
Los Defensores se despidieron cortésmente de los hombres azules antes de dirigirse a recibir un merecido baño con agua auténtica en las duchas aledañas al pabellón, donde pudiron conocer la costumbre local de ducharse de uno en uno en vestuarios poco presurizados. A la salida, nuevas despedidas y agasajos y la promesa de seguir compartiendo conocimientos a través de la inmensidad de las estrellas.
Un gran acierto de los compañeros villarroyácticos el de elegir a los Defensores para ser los primeros en aterrizar en su hogar para la ceremonia de la unión de su pueblo a la gran confederación social. Me quedo con las palabras que Álvaro2D2 pronunció con sus baterías agotadas: "Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais... atacar a Defensores exhaustos más allá de Calatayud, he visto triples brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Villarroya. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de Defender." Y nuestro droide tiene razón, por muy lejano que se vea el destino, por muy imposible que parezca alcanzarlo, por mal que las cosas parezcan ir, siempre habrá alguien que dé ejemplo de abnegación y entrega, entre las nebulosas y los agujeros negros siempre se escuchará el eco de una estrella lejana repitiendo incansable a través de los eones: ¡Los Defensores no se rinden!

5 comentarios:

Unknown dijo...

No tengo palabras, impresionante.

Miguel dijo...

Un odisea el viaje pero desde luego merecio la pena por el honor de luchar junto a tan valerosos caballeros jedi

Y Paco es el Joda de las cronicas balocentisticas, viaja en el halcon milenario de la literatura patria

Menos Vargas LLosa premio nobel a El capitan packhicius ya!!!

Rubén dijo...

Hola defensores de la galaxia, hablo en nombre de nuestro lider villarroyáctico para comunicaros que nuestro encuentro interplanetario entre ambas especies fue un éxito de intercambio tecnológico y os hago saber que ya tenemos blog para hacer llegar nuestras experiencias a toda la galaxia social... http://cbvillarroya.blogspot.com
suerte y que la fuerza os acompañe...

defensor13 dijo...

Qué grande, hermano!, estas crónicas algún día se estudiarán en las facultades de periodismo...
RAVVS ET FLAVA

Perseguidor dijo...

Cual Ulises 31 y Nono su pequeño robot hemos cruzado galaxias enteras para llegar a encestar una pelota en un agujero. Ha sido nuestro Big Bang fundacional de esta temporada, los colores gris y amarillo de nuestra nave se van a poner de moda en el interespacio.

Defensores!!!