martes, 1 de febrero de 2011

Agotados de esperar el fin: Maño Hoop 64 - Defensores 60

No pudo ser. Con tan sólo cinco unidades los Defensores rozaron un triunfo épico que se les escapó en los últimos segundos. Aún así, los cinco valientes dieron una muestra de entrega difícil de olvidar, una entrega y un compromiso que les libera de cualquier responsabilidad ante la historia.
Citados a las nueve menos cuarto de la noche los cinco hicieron acto de presencia en el Pompiliano con puntualidad asombrosa. Sobre el parqué se veían fantásticas jugadas, carreras interminables y movimientos ensayados. No es que hubiéramos comenzado a jugar sino que todavía no había acabado el partido anterior que enfrentaba a las juveniles del Mann Filter lo que permitió ver baloncesto de altura esa noche. Cuando por fin comenzó el baloncesto de bajura pasaban ya de las nueve de la noche. El primer cuarto fue una exhibición Defensora, a pesar de no contar con ningún pívot, el acierto exterior nos mantuvo arriba en el marcador. Todas nuestras jugadas fueron de tres puntos, cuatro triples de Catapultae, uno de Pakhicius y un dos más uno de éste último dejaban el marcador 13 a 18. Y eso que en la última jugada una inexistente falta del Capitán permitió un dos más uno que recortó distancias. La reanudación trajo una nueva falta inventada por el árbitro, un calco de la anterior en la que también se vio envuelto Pakhicius y que supuso tres puntos más para el contrario y la tercera falta capitana que condicionaría el juego posterior al no tener recambios. Los Hoopenses cambiaron entonces a una defensa individual, un cambio lógico dado nuestro acierto y la falta de efectivos que pretendía frenar la anotación Defensora y llevarnos al límite físico que no tardaríamos en alcanzar. Sin embargo mantuvimos el tipo e incluso conseguimos aumentar nuestra diferencia a los siete puntos en el descanso 29 a 36. En tercer cuarto las fuerzas comenzaron a flaquear, veinte minutos de presión sobre los mismos hombres, Furillo con la tercera falta cometida y el marcador que se apretaba 42 a 45. El cuarto cuarto acabó por darnos la puntilla. La cuarta falta de Furillo en el minuto dos, el árbitro que permitía contactos claramente sancionables lo que favorecía al equipo que hacía la presión y los rivales que se ponían por primera vez por delante en el marcador cuando restaban tres minutos, cuarenta y ocho a cuarenta y siete. Retomamos la iniciativa cincuenta y tres a cincuenta cuando quedaban dos minutos y medio y ampliamos la diferencia a cuatro puntos cuando sólo un minuto nos separaba del final. Todo parecía decidido a nuestro favor pero en un minuto desperdiciábamos el trabajo de los otros cuarenta. Furillo se iba a la caseta cuando quedaban algo más de treinta segundos quedándonos cuatro, Maño Hoop anota canasta y se pone a dos puntos cuando únicamente quedaban diez segundos. Y entonces al sacar de banda yo mismo cometo la cagada capitana al enseñorarme de mis predios sin comedimiento, pisando la línea y regalando el balón al contrario. La jugada siguiente es el colmo de la inoperancia y se salda con la canasta que ponía el empate en el electrónico. Con cuatro jugadores la prórroga era un calvario para los Defensores que aún así vendieron caro el pellejo manteniéndose sesenta y uno a sesenta cuando no quedaban más que un par de minutos. Nueva canasta rival y en el siguiente contrataque defensor Jorge, que llevaba el balón es objeto de una clarísima falta que el árbitro de nuevo no pita. Las airadas protestas de Jose y del Dux se saldan con una técnica a este último que pone el punto final a las aspiraciones Defensoras y sentencian el partido 64 a 60.
A pesar del fracaso hay que honrar a estos Defensores que con todo en su contra supieron hacer frente a las circunstancias y de no ser por el infortunio a punto estuvieron de llevarse un partido que honradamente merecieron ganar. Loor a los mártires.
¡DEFENSORES!

1 comentario:

Anónimo dijo...

En las grandes empresas,aunque el éxito no sea feliz,sirve de galardón la gloria de haberse atrevido.

Luzan 1737