miércoles, 30 de noviembre de 2011

Huracán Defensor: Defensores 54 - A Kuxara 21

Gran festival Defensor el que vivimos el domingo en nuestro pabellón de Tenerías, una victoria que nos devuelve al lugar de donde nunca debimos bajar y que se consiguió gracias a la presencia de diez defensores, el doble por ejemplo que en el último partido contra Figueruelas. Entre ellos Eduardo, que no contento con despellejarse la mano, se recuperaba ahora de su última lesión en el tobillo de la forma que sólo el sabe, poniéndose a jugar. Ante este sacrificio, no tengo más que felicitarle y recordar a los siete millones de gusanos de seda que están generando la tela para su camiseta, que se den prisa, que un nuevo defensor reclama un sudario para la batalla.

El partido comenzó con unos Defensores muy enchufados que unían a un ataque fluido una buena defensa, tan sólo dos puntos consiguieron nuestros rivales en el cuarto que acabó con un contundente 15 a 2. En la reanudación un triple medido a tabla de Eduardo nos daba una ventaja de dieciséis puntos, pero una serie de empanadas en ataque, incluidas varias pérdidas de balón, permitía a A Kuxara hacernos un roto de nueve a cero y acercarse hasta los siete puntos. Sería la diferencia más corta hasta el final. Aún así, el segundo fue nuestro peor cuarto a pesar de que salvamos los muebles empatándolo y manteniendo las diferencias del primero, 26 a 13 fue el resultado al descanso. En la reanudación pudo verse la mejor versión de los Defensores que además de conseguir anotar once puntos dejaron a su rival en cero, sentenciando el partido, ya que el marcador a la conclusión del tercer cuarto era de 37 a 13. La verdad fue que tampoco a A Kuxara le salía nada de lo que intentaba y aunque en el último cuarto volvieron a tener más efectividad con dos triples incluidos, nosotros parecíamos motivados a aumentar una ventaja ya de por sí amplia, porque conseguimos cuatro triples y cerramos el partido con el 54 a 21 final, la diferencia más amplia de la historia defensora.

Esperemos, por cierto, que su jugador número cuatro se recupere de la lesión que se produjo en el último minuto en el tobillo.

En definitiva un partido plácido para los Defensores, una placidez que solo se turbó en las concurridas duchas. Durante el proceso de lavado Defensor se alcanzó un momento de tensión máxima al oírse el choque de un bote de jabón contra el suelo. En ese supremo instante, los Defensores, de natural caballerosos, supieron sobreponerse a la instintiva reacción de agacharse a recojer el adminículo de baño y se observó en todos ellos una cerrazón de glúteos, una búsqueda de pared y una protección manual de sus zonas vulnerables. Afortunadamente, todo quedó en un susto, el bote fue recogido sin daños colaterales y el drama carcelario no se consumó. Pero no debemos descuidarnos, compañeros, la euforia de la victoria no debe hacernos bajar la guardia y olvidar que en cualquier momento, uno de esos utensilios de baño puede darnos un disgusto. Aún en la victoria, Defensores, estad atentos.

¡DEFENSORES!

1 comentario:

Prince Of The Rodeo dijo...

Grandes Defensores!
Que rulen esos molinetes gris y gualda en las duchas!