lunes, 24 de noviembre de 2008

Una amarga victoria: Defensores - Os Capinos

Hermanos defensores, queridísima afición, capitán,

se me hace cuesta arriba escribir unas frases que den algo de lustre a nuestra victoria de ayer, ya que, como casi todos sabréis, ayer ganamos sin jugar, sin esfuerzo. La de ayer fue una de esas victorias que dejan un poso amargo, fue un triunfo fruto de la burocracia y de las normas que rigen los destinos del noble deporte del baloncesto, en ningún caso se produjo donde tienen que producirse las victorias: sobre el terreno de juego. No obstante, y con vuestro permiso, pasaré a relatar los hechos tal y como ocurrieron para que quede constancia de ello en esta, nuestra bitácora.

Ayer domingo, día 23 de noviembre de 2008, a las 10:30 de la mañana los defensores más madrugadores hacían acto de presencia en el pabellón de Pompiliano, listos para enfrentarse a un nuevo rival en un partido que se antojaba decisivo para cortar nuestra racha de malos resultados. Contábamos con las importantes bajas de Álvaro y de Peplowski, además de con la ausencia de nuestro amado capitán, sin duda alguna el faro que guía al equipo gris y gualda, el gran timonel. A pesar de ello estábamos animados y convencidos de que podíamos desempeñar un buen papel, en cuanto a nuestros rivales, los miembros del equipo de Os Capinos, llegaban con cuentagotas. Cuando las agujas del reloj, con su trémulo compás, se detuvieron en las 11:00, los nervios comenzaron a apoderarse de todos nosotros, puesto que nuestro rival sólo contaba con cuatro efectivos, un número insuficiente para el correcto devenir del encuentro. Aún así confiábamos en que algún capino más haría acto de presencia, pero transcurridos los diez minutos de cortesía concedidos por el árbitro nuestros peores presagios se hacían realidad. El trencilla se acercaba a nosotros y nos comunicaba que nuestros rivales no disponían de los cinco jugadores necesarios para jugar el encuentro, motivo por el que debía suspender el partido; sólo nos quedó el consuelo de jugar, como él mismo dijo, una pachanga.


Desconozco la normativa al respecto, pero todo parece indicar que se nos proclamará vencedores de este encuentro, eso sí, ignoro el marcador que se nos adjudicará. De todas formas a un equipo como el nuestro, que considera que los marcadores y los resultados son algo complementario y carente de valor, ganar de este modo no nos satisface lo más mínimo, ya que desprestigia y despoja de épica al triunfo, vulnerando así los más sagrados valores defensores. He de reconocer que ayer vinieron a mi mente los momentos de penuria vividos durante la Copa Primavera, y pensé que en más de una ocasión podríamos haber sido nosotros los que no hubiesen tenido el mínimo de jugadores requerido para jugar un partido, pero nunca fue así. Recordé las frías mañanas de sábado en las piscinas del Actur, los encuentros a cara de perro, con las fuerzas justas y a punto de caer en el campo de batalla, los camaradas que ya no nos acompañan, los hitos defensores, como el glorioso Sitio de Montcasa, cuando conseguimos que Álvaro jugase tras haber caído, como un Cid guerrero cabalgando su rocín una vez muerto, y tantos y tantos momentos cargados de gloria y pundonor que me hicieron ser consciente de toda nuestra grandeza, y que, una vez más, me hicieron sentir tremendamente orgulloso y afortunado de vestir la elástica gris y amarilla.

Al final decidimos hacer caso al colegiado y jugar esa pachanga, lo cual exigió que dos de nuestros hombres pasasen a engrosar las filas de Os Capinos, para mayor honra de nuestros rivales, los elegidos (por cuestiones técnicas) fueron Jose y Furillo. El partido hizo las veces de entrenamiento, lo cual tampoco nos vino mal, y dejó destellos de gran belleza. Entre lo más destacado hay que señalar el acierto desde la línea de 6,25 de Jorge Zamora, quien haciendo honor a su condecoración de "Catapultae Dux" anotó una media docena de triples, ganando así un bonito duelo con el número 5 de Os Capinos, cuyo acierto también hay que destacar. Del mismo modo hay que hacer hincapié en las buenas maneras que demostraron Oskarevich y José Ignacio, que se batieron el cobre bajo los aros y se hicieron con un buen botín de puntos y de rebotes, ojalá el trabajo de José Ignacio siga creciendo, si sigue así bajo el aro cubriremos una de nuestras históricas carencias, en cuanto a Oskarevich, deslumbró además con algún que otro triple. Defensivamente hablando, no estuvimos con la intensidad habitual, ya que la batalla de ayer se libraba con cartuchos de fogueo, pero aún así Ricardo demostró seguir siendo una pieza básica en nuestra retaguardia, a ello hay que sumar que se mostró gallardo y voluntarioso en cuestiones ofensivas, realizando un encuentro muy completo. Por lo que a mí respecta, he de admitir que me encontré cómodo y relajado, lo cual hizo que soltase el brazo en ataque, anotando cinco puntos, y me ofreciese en casi todas las acciones, a pesar de ello estuve un tanto fallón, podía haber metido más canastas, pero los allí presentes pueden dar fe de cómo, al menos dos de ellas, se salieron como por arte de magia. Como ya adelantaba, Jose y Furillo engrosaron las filas enemigas, simplemente diré que fueron los mejores de su equipo. El número 5 de Os Capinos con su acierto en el tiro exterior, el 10 con su juego bajo los aros, Jose con su velocidad y su manejo del balón, y el fajador Furillo, dieron algo de emoción al encuentro que al final se cerró con el marcador de 57-46 a favor de los Defensores.


Y esta es la historia de esta triste victoria, quedamos a expensas de lo que dicte la Federación, y no nos queda más que agradecer a Os Capinos su actitud de ayer al quedarse a jugar el partidillo, y desearles suerte para que ésto no les vuelva a ocurrir nunca más. De momento nos colocamos con dos victorias y cuatro derrotas, lo cual nos hará escalar algún puesto en la clasificación, aunque nos quedamos con las ganas de lo que pudo haber sido y no fue. Por mi parte sólo puedo deciros que sois los más grandes, y que con vuestro compromiso estáis dando un ejemplo a todos nuestros rivales, todos juntos somos la definición de algo muy importante, se gane o se pierda: un equipo.

¡¡¡DEFENSOREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEES!!!

1 comentario:

Prince Of The Rodeo dijo...

Salud y defensa!
Bonita y caballerosa crónica la relatada por el camarada Binguero.
He de decir que durante mi viaje a la capital recordé con orgullo que pertenezco a los defensores,el paciente camarada Furillo fue testigo de ello. Despues de haber ingerido unas espectaculares viandas y haber bebido 3/4 de litro de tinto riojano, el sentimiento defensor afloró de manera desconsolada por mi humanidad. Una llamada telefónica al camarada Furillo supuso la confirmación de que el defensor se quiere y se necesita.
Defensor no se hace, se nace puñetas!
Viva la prosa fluida del camarada Binguero!
Gris y Amarillo!