viernes, 9 de mayo de 2008

Carta a los Defensores

Hermanos, han pasado muchos meses desde aquellos primeros entrenamientos en los que la idea de crear un equipo parecía algo imposible. Nuestro tesón ha logrado no sólo poner en marcha una máquina de juego perfectamente engrasada sino impulsar con inusitada fuerza una idea, la de los Defensores. En efecto, los Defensores es algo más que un equipo, es un espíritu, una forma de ver la vida que ha cohesionado a un grupo de hombres que caminaban erráticos hasta que han conocido su destino.

El domingo nos enfrentamos a nuestro primer rival y aunque el cielo sabe que lucharemos por la victoria creedme si os digo que poco importa el resultado. Así es, los Defensores no se miden por un marcador, nuestra empresa trasciende los momentos concretos para convertirse en un ímpetu vital que sólo nos pide una cosa: darlo todo. Si así lo hacemos la historia nos premiará con su admiración y recuerdo, de lo contrario no mereceremos llevar este glorioso nombre en nuestro pecho.

Debemos recordar a nuestros compañeros ausentes, Chavi reclamado por otros deberes, Alvaro convaleciente de sus heridas, Oscar alejado por el destino de una empresa para la que estaba predestinado. Me consta que todos ellos estarán con nosotros el domingo para darnos el aliento que nos falte. Sabed que todo lo que consigamos es también gracias a ellos.

Llegado el momento de enfrentarnos a nuestros adversarios portad vuestras camisetas como si fueran un uniforme. Llevar estos colores y responder a este nombre conlleva una gran responsabilidad a la que estoy seguro que, como hasta ahora, sabréis hacer frente.

Es vuestro capitán quien así os habla y vuestro honor el que reclama de vosotros el máximo sacrificio.

¡Defensores! la historia os contempla, cumplid con vuestro deber.

1 comentario:

binguero dijo...

Sabias palabras y sabios consejos capitán. No dudes nunca de tu equipo de valientes, daremos todo por nuestros colores, por aquello que representa ser Defensor. Yo también pienso que el resultado es lo de menos, el hecho de que vayamos a jugar únicamente 5 tarados frente a un equipo entero de muchachos, a los que sacaremos de media casi 10 años de edad, ya es una heroicidad. La defensa de Numancia, las Termópilas y por supuesto Los Sitios de Zaragoza, son historia gracias a un grupo de valientes que creyeron en sus ideales hasta el último momento; son el espejo en el que nos miramos nosotros, una nueva generación de héroes.

¡¡¡DEFENSOREEEEEEEEEEEEES!!!

Por cierto capitán, ha habido otra baja en nuestro equipo, esta vez tecnológica ¿qué ocurre con la página web? No sé si es mi ordenador, pero llevo varios días sin poder entrar, confiemos en subsanar este inconveniente cuanto antes para seguir difundiendo el espíritu defensor a los cuatro vientos.