miércoles, 1 de abril de 2009

Las caras de la victoria

Capitán, hermanos defensores, fidelísima afición,

hace tiempo que no dejo mi impronta en nuestra bitácora a modo de entrada, o como dice ahora la juventud, utilizando barbarismos, "post", pero permitidme que hoy esboce unas líneas que contribuyan a mantener viva la llama de nuestra última victoria. Nuestro amado capitán glosó con acierto los pormenores del reciente triunfo defensor, una victoria que se antojaba necesaria por razones que trascienden lo meramente deportivo, llevábamos varias semanas advirtiéndolo, dando claras muestras de mejoría, permaneciendo impasibles ante nuestra esquiva fortuna, pero esta vez lo hemos logrado, hemos recuperado el glorioso camino que nunca debíamos haber abandonado. Lamentablemente la Liga toca a su fin y esta victoria no va a tener reflejo alguno en la tabla clasificatoria, aunque nuestras miras tienen que ser mucho más amplias y han de situarse en la inminente Copa Primavera y en la Liga venidera, donde esperamos refrendar la mejoría mostrada. Todo ello no es, ni mucho menos, obstáculo para saborear gustosamente nuestra triunfal actuación, es más, como en cualquier victoria pírrica que se precie, deberían escribirse páginas y páginas loando nuestra gesta, y debería nacer toda una imaginería aludiendo a tamaña epopeya. Precisamente obran en mi poder dos instantáneas, tomadas por la infatigable integrante de nuestra hinchada, Ana, que recoge a los bravos Defensores en formación, tan sólo unos instantes después de que el colegiado (en este caso colegiada) hubiese señalado el final del encuentro, me he tomado el lujo de incluirlas en nuestro blog para que todo el mundo pueda observar los rostros, exultantes de felicidad, de estos seis valientes.

Esta primera fotografía muestra a los seis bravos defensores tras la consecución del triunfo, en ella contrasta el estado de trance de Oskarevich y Peplowski con la celebración eufórica, puño en alto, de Jorge y Camilo, Pakhicius parece estar a medio camino entre ambas actitudes, haciendo con sus dedos la señal de la victoria pero mostrándose al mismo tiempo lo suficientemente ensimismado en la grandeza de la gesta como para permitir que se le coloque por encima una camiseta, hecho que le otorga un aspecto que le hace parecer al infame Emilio Aragón cuando se hacía pasar por enano pasota (más detalles y vergüenza ajena haciendo click aquí). Jose en cambio parece ajeno al desconcierto general y posa con una mezcla de elegancia y zalamería, dejándose querer por la cámara, seguramente dedicando su mejor sonrisa al tropel de muchachas que poblaba las gradas de Pompiliano. Sin duda los rudos defensores no han sido agraciados con el don de la fotogenia, aunque sus cuerpos sudorosos y extenuados tras el esfuerzo realizado podrían protagonizar el poster central de alguna publicación de tendencias sexuales invertidas. A pesar del poco halagüeño resultado obtenido tras la primera instantánea, la abnegada Ana, posiblemente cegada tras el curso de los acontecimientos, decidió tomar una segunda foto de sus héroes. La segunda imagen muestra una composición más armoniosa, donde el grupo posa ofreciendo sus mejores sonrisas, todos menos el bravo Oskarevich que sigue mostrándose abstraído, dando gracias a la divina providencia por haber dicho sí cuando se le propuso formar parte de este grupo de valientes que se hacen llamar Los Defensores. El resto de los integrantes parece más compenetrado en esta segunda instantánea en la que Jose parece habernos llevado a su terreno de galanterías deportivas, mención especial merece la pose de Peplowski, que abre sus brazos como un gran cruasán humano para agarrar con fuerza a sus dos compañeros al mismo tiempo que esboza una pícara sonrisa, motivada seguramente por la cercanía de la testa del desprevenido Jose a sus gónadas defensoras, cuidado joven, yo en tu lugar no lo haría... Ciertamente se eriza el vello y se ensancha el pecho de orgullo al contemplar a estos valientes, que viven ajenos a la grandeza de su leyenda, ellos son una porción de un grupo integrado por cuatro aguerridos deportistas más, que si bien no estuvieron sobre el parqué, sí que estuvieron presentes en cada uno de los puntos anotados, en cada balón robado, en todas y cada una de las asistencias y de cuantas heroícas acciones formaron parte del encuentro, ya que sin ellos nada de esto habría sido posible; Furillo, Álvaro, Ricardo y José Ignacio, va por ustedes. Y qué decir de la afición defensora, envidia de cualquier escuadra deportiva, cuya fama trasciende las fronteras locales y cuya fidelidad está hecha a prueba de bombas, gracias a nuestra hinchada hemos alcanzado las más altas cotas de la gloria deportiva y a ella debemos todo cuanto somos, ojalá nunca nos abandone, sus gritos de ánimo atemorizan al rival, su sola presencia intimida al enemigo, ellos son el Defensor número trece, y por supuesto a ellos dedicamos también este nuevo éxito defensor.

Estas han sido las caras de la victoria, los rostros de seis hombres que escribieron una nueva página de oro en el libro de la historia defensora, un grupo de chiflados que han dado un golpe en la mesa para acabar con una terrible racha de derrotas que no puede volver a repetirse. Memorizad sus rostros, sus gestos, porque han nacido seis nuevos héroes que engrandecen el currículum defensor, ahora sólo falta la rúbrica perfecta a este fin de Liga, aquella que supondría vencer a Triple X demostrándoles que lo ocurrido en su campo no fue más que un mero accidente. Integrantes del universo defensor, bienvenidos a la era de la victoria, logremos entre todos que lo sucedido este domingo pasado no se convierta en una simple anécdota, unamos nuestras gargantas al grito unánime de...

¡¡¡DEFENSOREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEES!!!

1 comentario:

defensor13 dijo...

extraordinarios documentos!, lo que me hubiera gustado aparecer en esas instantáneas!, pero creo yo que estas no serán las últimas caras de la victoria defensoras...
que sepáis que estoy valorando la concesión de algún tipo de galardón defensor a "los seis de la segunda", en alusión a la segunda victoria (real) defensora...
RAVVS ET FLAVA