lunes, 12 de enero de 2009

Derrota sí pero: Defensores 30 – MEP Basket 37

Una nueva derrota la de ayer pero que si me permitís puede maquillarse con algunas apreciaciones. Lo primero que hay que decir es que jugamos un partido bastante flojo, no hay más que ver las puntuaciones para comprobar que en esa cancha todavía se arrastraban kilos de mazapán en las tripas de los contendientes pero a pesar de ello llegamos al último cuarto un punto arriba. Por otro lado la lesión de José Ignacio nos descentró primero y nos privó después de un jugador básico y necesario con el que no pudimos contar en los minutos finales. Y lo que también quiero reflejar aquí son unos cuantos destellos de calidad que vimos con algunas acciones realmente brillantes que no se habían prodigado hasta ahora al menos tan abundantemente. Algunas conexiones con los pivots con buenas asistencias, un par de cortes y buenos pases que protagonizó Ricardo cuyas asistencias sorprendieron al propio asistido, las estilosas y sobreactuadas penetraciones esta vez sí bien culminadas de Jose y posiblemente la mejor jugada del encuentro, una conexión fraternal que dejó a Furillo cerca de canasta frente a la torre rival, un muchachote que doblaba en envergadura a nuestro jugador y que vio sin embargo cómo una pillería acrobática de éste último acababa en una fantástica canasta. En definitiva nuestros rivales eran un equipo similar en juego a nosotros pero bastante más alto que encontró el camino franco tras la lesión de José Ignacio ante la que no pudimos hacer sino resistir.
Respecto a nuestro caído las últimas informaciones parece ser que lo dejaban con una escayola en el tobillo y apartado de nuestra disciplina aproximadamente mes y medio. Loor a Jose Ignacio que recibirá su correspondiente condecoración defensora y pensión vitalicia. La leyenda defensora se nutre de un héroe más cuyas articulaciones destrozadas nos recordarán que si bien nuestros cuerpos pueden ser destruidos la misión para la que estamos destinados no conoce ni el sufrimiento ni la vacilación y mucho menos el abandono. José Ignacio, usted ha cumplido.
Un último apunte muchachos, no penséis que sin el concurso de uno de nuestros mejores jugadores y en definitiva de la mitad de nuestros pivots los Defensores están acabados. Quien crea eso no conoce la casta de los hombres que visten el uniforme grisigualda. Es precisamente ahora, acorralados y desarmados cuando los Indómitos Caballeros Defensores son más peligrosos que nunca, cuando su descarnada entrega a unos valores cobra más aún si cabe, una fuerza inconmensurable y desatada. Como decíamos en la primera entrada de este blog allí donde uno caiga habrá otro que se levante pero no con las limitaciones que cabría esperar en el desempeño de un puesto para el que sus dotaciones físicas no le han predestinado sino con remozadas fuerzas que le harán capaz no ya de suplir sino antes bien de superar la tarea que su camarada caído se ha visto obligado a abandonar.
Defensores, apréstense a una defensa como el mundo no ha conocido jamás, sirvamos de ejemplo a las generaciones venideras y gritemos al unísono: ¡RAVUS ET FLAVA!
Sean ustedes los mejores.

3 comentarios:

Perseguidor dijo...

Los hombres que caen en el campo de batalla son siempre recordados como héroes. Su memoria perdura ad memoriam rei perpetuam Los pueblos lloran su partida hacia otros campos de juego, las masas gimen de dolor y admiración, mientras bardos y juglares cantan sus hazañas épicas... en cambio sus compeñeros, sus camaradas defensores no saben llorar ni cantar. Solo pelear. Pelear sin imprtar la presumible derrota. Y eso haremos. Honor y gloria para José Ignacio.

Recuperate, camarada...

defensor13 dijo...

No cabe duda de que si algo caracteriza a este equipo es su inagotable capacidad de encontrar diamantes entre la mierda. Podemos encontrar pequeños yacimientos de positividad allá donde otros solo encontrarían materia oscura. Como hábiles gitanos, revolvemos entre los desperdicios de nuestra técnica para encontrar siempre destellos de genialidad que nos aporten las calorías necesarias para mantener la hoguera de nuestro hogar siempre llameante. Donde otros sólo verían derrotas, nosotros encontramos éxitos solapados, camufladas minivictorias, velados triunfos.
En resumen TENEMOS MÁS MORAL QUE EL ALCOYANO (mi padre dixit).
Y eso, en definitiva, nos hace invencibles.
os quiero

binguero dijo...

Sin duda no hay que dejarse llevar por el marcador, una vez más el resultado no hace justicia a lo vivido en el campo, y no me refiero a que los muchachos de MEP Basket no sean dignos vencedores, al contrario, me refiero a que la derrota no deja atisbar nuestra grandeza, nuestra entrega y nuestra fe en la victoria. Hemos mejorado con respecto a muchos partidos, hemos solventado con notable alto un asunto que nos traía de cabeza, el de los cambios. Creo que todos nos vamos con la impresión de haber jugado y de haber contribuído, y ése es nuestro principal objetivo. También considero que nuestro juego no ha sido tan ramplón como en otras ocasiones, ha habido buen movimiento del balón en ataque, interesantes transiciones y algún pase, como bien indica nuestro capitán, sorprendente y sorpresivo. Todo ello demuestra que nuestra evolución es favorable, cuidado porque este muerto está muy vivo.

En el aspecto negativo, sin duda alguna lo más preocupante, al margen de los números, es la lesión de José Ignacio, que nos priva de un hombre clave en nuestra escuadra. Nos quedamos sin uno de nuestros hombres fuertes, un jugador capaz de rebotear, de anotar, de fajarse en la pintura, un hombre que nos da, entre muchas otras cosas, centímetros; algo de lo que no andamos precisamente sobrados. No podemos más que aplaudir su entrega y su valor, su fe en los colores defensores que le ha llevado a sacrificarse por el equipo sin importarle las consecuencias; sin duda un caído más que pasa a engrosar la lista de ilustres defensores. Recupérate hermano, esperamos pronto tu regreso y ojalá que nos acompañes en los siguientes partidos, aunque sea desde la grada, el aliento de un defensor siempre es valioso y necesario. Otro aspecto negativo, y que se repite, es que hemos vuelto a perder el partido en los últimos minutos, la verdad es que da mucha rabia perder un encuentro que estaba más o menos controlado, un duelo que podía haber caído de nuestro lado de no ser por la brillante actuación final de nuestros rivales. A este respecto, me hago la misma pregunta que formulaba Furillo a la salida del encuentro ¿por qué a nuestros rivales les salen cosas en los últimos diez minutos que no les han salido a lo largo de todo el partido? Repito que no quiero infravalorar a MEP basket ni cuestionar su victoria, pero pienso que nada más comenzar el último cuarto se han encontrado con dos triples que los han catapultado hacia la victoria; algo curioso, dos triples seguidos cuando apenas habían mostrado puntería desde la línea de 6,25 a lo largo de todo el encuentro. En fin, cosas de la vida, parece que nuestros rivales cuentan con una fortuna en el tramo final de los encuentros que a nosotros nos es esquiva, a pesar de ello, tenemos que seguir esforzándonos, mejorando algunos aspectos y corrigiendo nuestro errores. Pero si nos ocurre como con La Turma o como en este último encuentro, que nada más comenzar la fase decisiva del partido nos enchufan dos o tres triples, me temo que poco mas podemos hacer. Se me ocurre que podemos estar más atentos a esos últimos compases del partido, salir a cubrir los triples y, si es necasrio, hacer una individual, asunto este último al que seguimos resistiéndonos como si de la lepra se tratara.

Por lo demás, creo que se puede afirmar que fue un buen encuentro, al margen del susto que nos dio Jose Ignacio, considero que disfrutamos jugándolo y que nuestros adversarios se comportaron en todo momento con dignidad y nobleza. Sigamos en la brecha compañeros y armémonos de valor defensor para ganar el último envite de la primera vuelta, el partido contra Triple XXX. Hay que darlo todo al grito de...

¡¡¡DEFENSOREEEEEEEEEEEES!!!