martes, 20 de enero de 2009

Síndrome defensor: Triple X 34 – Defensores 28

Nueva derrota que no hace sino prepararnos mejor aún para saborear los éxitos que han de llegar. Hace tiempo que profundizo en una teoría que daría respuesta a estos últimos fracasos: estamos aquejados de un extraño síndrome que hace que una vez que demostramos que somos mejores que el equipo rival nos abandonemos, perdamos el interés por seguir jugando con intensidad y acabemos por perder un partido que en justicia deberíamos haber ganado. Eso unido a que tal vez lastrados por una historia crónica de juego en inferioridad de condiciones hace que ante rivales inferiores queramos otorgarles el beneficio de la victoria, es como si viendo la historia desde el lado vencedor nos compadeciéramos de un rival agonizante y mediante un infernal juego de espejos nos pusiéramos en su lugar creando un muro psicológico que nos lleva de nuevo a perder el partido. He identificado este síndrome en al menos tres partidos. No hay otra explicación.
Entrando en lo que fue el partido podemos identificar dos fases, una primera en la que paseamos nuestros blasones por la cancha manejando diferencias cómodas de puntos y otra en la que obcecados por el ya conocido síndrome dejamos que nuestro rival se creciese y se llevase el partido sin grandes demostraciones. Ni siquiera la presión a la que nos sometieron fue determinante puesto que no se perdieron tantos balones por esa causa pero inexplicablemente cuando llegábamos a su campo a veces con sólo tres contrincantes en la zona no culminábamos como era de esperar.
Puntos positivos: jugamos con Peplowski como único pívot y aún así plantamos cara. Otro, la aportación cada vez mayor de todos los jugadores, en este caso representado por un gran triple de Camilo que demuestra que todos los jugadores del equipo colaboran (aunque esta colaboración no se hace sólo mediante puntos dicho sea de paso) y cada vez somos más los capaces de asumir responsabilidades cuando el equipo se atasca. A veces debemos recalcar una obviedad como que la mejor forma de conseguir canastas es tirar a canasta y en ese sentido todos estamos más sueltos que al principio.
Para la anécdota dejamos el rifirafe entre Peplowski y un jugador rival acostumbrado como varios de sus compañeros a teatralizar los choques que un juego viril como éste produce y que se enfadó cuando descubrió que nuestro hombre no fingía como él.
En definitiva muchachos, acabamos con este partido nuestros entrenamientos en espera de los resultados que a buen seguro nos acompañarán esta segunda vuelta. Aprendamos de nuestros errores y potenciemos nuestras habilidades, es hora de analizar los partidos con cerebro y aplicar un método a nuestro juego que nos haga retomar la senda de la esquiva victoria. La derrota del líder nos acerca más todavía a los puestos de cabeza y nos recuerda que aún queda mucha liga por jugar.
¡Defensores!

2 comentarios:

Ana dijo...

Queridos amigos defensores:

Llevo toda la semana queriendo escribir pero no he encontrado el momento. No tengo vuestra verborrea, pero sí buena intención.
Estuve viendo vuestro partido, así como muchos de los anteriores y si bien Paco tiene razón en lo que apunta acerca de que tampoco defendéis tan mal en zona, yo creo que os puede la presión del momento. El otro día fue clarísimo. Ellos os observaron durante los dos primeros cuartos y a partir de allí os presionaron de tal manera que los nervios os pudieron en todo momento, manotazos o teatro aparte. Observad vosotros también. Y creo que deberíais hacer lo mismo que os hacen a vosotros: si os hacen defensa individual, vosotros también, presionad, no les dejéis ni sacar desde vuestra zona, estad allí siempre, sin dejarles hacer.
Otra cosa que me gustaría es que cuando os damos consejos desde la grada, nos hagáis caso aunque sea un poquito: si os decimos “no dejéis tirar al 10, no le dejéis espacio”, pues que no le dejéis, porque posiblemente os van a fundir a triples. Nosotros, la afición, lo vemos desde fuera. Y aunque no somos duchas/os en baloncesto, hay cosas que las vemos perfectamente.
El rebote: es otro punto flaco de vuestro juego. Son tantas las veces que cae una pelota y que no estáis ninguno allí…que tenéis que estar más al quite. Y entrad, entrad en zona, no paséis la pelota de un lado a otro sin saber que hacer.
No quiero que os sintáis molestos por mis reflexiones, sólo pretendo ayudar y el domingo estaré allí para animaros como la que más.
De entrenar ya no digo nada, pues los horarios, la vida en general y la vagancia en particular hacen que sea incompatible el entreno con la actividad defensora.
Otra cosa que os recuerdo, ya que se acerca la fecha de San Valero: la cena Defensora. El domingo se puede hacer un tanteo de quiénes podríais en San Valero o después, quiénes no, e ir preparando la cena, con o sin “mujeres”, vosotros decidís.
Y por último, sigo teniendo unas botellas de vino “Defensoras” en mi despacho y ahora sí que doy el ultimátum: si nadie ha venido a buscarlas antes de San Valero, las repartiré entre mis compañeros de trabajo.
Un abrazo para todos y hasta el domingo.
Ana

binguero dijo...

Capitán,camaradas, afición, defensores todos,

que nadie se deje llevar por la estrecha relación existente entre Ana y yo si afirmo que estoy totalmente de acuerdo con sus palabras. Compañeros, escuchemos la voz de nuestra fiel afición, que con una entereza envidiable nos ha seguido partido tras partido, sin doblar la rodilla ante las continuas decepciones sufridas. Es evidente que necesitamos un revulsivo, no sé si a modo de entrenamientos, más o menos periódicos, en forma de cambio táctico, o en la figura de un nuevo fichaje que nos porporcione los tan ansiados centímetros que tanto echamos de menos en la cancha. Lo que está claro es que tenemos que frenar esta hemorragia de derrotas, la cual amenaza con colocarnos en la más penosa de las posiciones en la tabla clasificatoria. Si bien en los últimos partidos hemos luchado contra los elementos (la lesión de José Ignacio es nuestro mayor handicap ahora mismo), hemos de corregir nuestro rumbo errático, hay que dar a partir de ahora el 110% para conseguir voltear esta negativa situación.

Conjurémonos para dar una nueva alegría a nuestra afición, seamos francos todos y admitamos que nuestro siguiente partido quizás no sea el más propicio para obtener un resultado positivo, pero intentemos esta vez dar una mejor imagen, intentemos plantar cara y no quedar como el C.B. Bambi, aparquemos los malos modos y el juego rudo y volvamos a recuperar nuestros valores, aquellos que nos han convertido en leyenda dentro y fuera de la cancha. Por todo ello, esta segunda vuelta que comienza el domingo se antoja vital para nuestros intereses, comprometámonos desde ya, a conseguir en estos 11 partidos las 5 victorias que deberíamos exhibir ahora en nuestro casillero (Turma, MEP y Triple X, más los dos triunfos conseguidos ante A Kuxara y Os Capinos), ello implicaría terminar la Liga con siete victorias, lo que nos alejaría de la última, y temida, posición. Si conseguimos ese objetivo yo me daría por satisfecho, si vamos más allá, sin duda habremos triunfado, pero si nuestra empresa fracasa, que nadie vea en ello un paso atrás, nuestras gargantas siempre estarán prestas a gritar...

¡¡¡DEFENSOREEEEEEEEEEEES!!!

P.D.- Aprovecho para informar a todo aquel que pueda estar interesado, que nuestro próximo encuentro tendrá lugar este domingo día 25 a las 11:00 horas en el Pabellón de Pompiliano.