lunes, 2 de marzo de 2009

El partido que nunca existió: Maccabi 47 - Defensores 20

No hay mucho que contar de este partido aplazado que jugamos el viernes a las nueve de la noche y que se nos atragantó a todos. Nervios porque no llegaba la gente, comienzo desconcentrado y una presión que nos sacó del partido en el primer cuarto. Fue un partido malo, que no supimos jugar y que el equipo rival ganó sobretodo por lo que no tenían: años. En la parte positiva la reacción del segundo y tercer cuarto en la que los mantuvimos a raya con un cambio de zona que se inventó Ricardo y que fue bastante efectiva. Por su parte yo creo que no consiguieron ningún punto más allá de la botella porque todo fueron contraataques o puntos fáciles de sus hombres interiores contra los que no pudimos hacer gran cosa. En definitiva un partido en el que jugamos mal, alguno tenía que haber.

1 comentario:

binguero dijo...

Efectivamente fue un partido para olvidar, un encuentro que, como muy bien señala nuestro capitán, nunca existió. Desde el primer minuto supieron explotar sus dos armas: una momentánea superioridad numérica (que más tarde se vería equilibrada, aunque lamentablemente cuando ya se podía hacer muy poco...)y una juventud que les concedía una forma física muy por encima de la nuestra. Con esas dos premisas, practicaron una presión a todo campo que consiguió, literalmente, asfixiarnos. Recuerdo a Furillo con la respiración entrecortada fruto de un tremendo flato (no confundir con flatulencia), y a servidor de ustedes con un leve mareo consecuencia de un correcalles infernal que no nos dio ni un segundo de descanso durante los primeros quince minutos del encuentro. Una vez que consiguieron su objetivo y nos sacaron una considerable ventaja, los muchachos del Maccabi levantaron el pie del acelerador, lo que unido a nuestra inteligente innovación defensiva (la zona 1-3-1 propuesta por Ricardo) hizo que se frenase la hemorragia de puntos que nos estaban endosando.

Lamentablemente fue un partido en el que nunca estuvimos enchufados, personalmente mi regreso a las canchas fue muy duro, más de lo esperado, en primer lugar por la intensidad suicida del choque y en segundo lugar por mi deficiente estado físico, consecuencia de haber estado aproximadamente un mes y medio sin hacer ningún tipo de ejercicio físico. Creo, no obstante, que no debemos ser muy duros con nosotros mismos, en nuestra defensa alegaremos que durante todo el primer cuarto sólo estuvimos cinco jugadores, y que este despropósito de partido lo jugamos sin Jorge, uno de nuestros referentes ofensivos, un jugador que nos asegura entre 10 y 15 puntos por encuentro. Como lectura final, se puede extraer la siguiente: necesitamos un hombre alto pero ya, y vuelvo a la carga con una milonga clásica, es evidente cuando un equipo entrena, y nosotros no lo hacemos nunca; los muchachos del Maccabi, sin ser unas estrellazas ni tener el equipo más alto de la Liga, nos hicieron un roto, porque tenían sus recursos, y los sabían explotar perfectamente, y eso es fruto de jugar juntos y de entrenar. Tomen nota señores.

¡¡¡DEFENSOREEEEEEEEEEEEEEEES!!!