jueves, 5 de febrero de 2009

Decimocuarta jornada

El domingo 8 de febrero a las 11:00 en el Pompiliano se enfrentarán en buena lid los Defensores contra el primer clasificado de la liga los Paolos. Estáis todos invitados a la gran fiesta que supondrá la lucha entre el mejor baloncesto de nuestra liga y la inteligencia baloncestística más preclara de la misma, la efectividad de los resultados frente al juego alegre y desenfadado que no busca sino espectáculo, la sobriedad en el uniforme frente a vistosidad de unos colores que crean escuela. En definiva los primeros contra los mejores. ¿Alguien piensa perderse el espectáculo?

7 comentarios:

Ana dijo...

yo no pienso perdérmelo, oh capitán mi capitán!!

defensor13 dijo...

Ja, ja, ja, estupenda descripción hermano, sin duda decir que el partido del próximo domingo es entre "los mejores de nuestra liga" y "los peores de nuestra liga" hubiera sido simplificar las cosas. Por otro lado habría podido producir alguna confusión, ¿quién es el mejor?, ¿el que mete más puntos?, ¿el que crea una leyenda?, ¿el más elegante?... ja ja ja... sin duda creo que los DEFENSORES jugamos en otra liga...

defensor13 dijo...

Ah, y por supuesto ratifico mi presencia con la elástica gris y gualda en esta nueva epopeya defensora,
RAVVUS ET FLAVA!

binguero dijo...

IM-PRE-SIO-NAN-TE la presentación del duelo de la decimocuarta jornada, si alguien, tras haber leído esta entrada, no acude el domingo al pabellón de Pompiliano a darlo todo, bien desde el campo o desde la grada, es que tiene horchata gabacha en las venas. Lamentablemente yo no traigo precisamente buenas noticias. Ayer me sometí al examen del traumatólogo, quien se sorprendió al ver la radiografía que llevaba conmigo, la del día de autos vaya - ¿Pero qué te has hecho? ¡te has dado un buen golpetazo! - exclamó. Tras retirarme la férula me hizo una nueva radiografía, y, una vez interpretada la placa, concluyó que todavía no estoy listo para volver a la cancha. Para mi sorpresa el galeno sugirió que quizás necesitase unas sesiones de fisioterapia, pero éso me lo concretaría dentro de dos semanas, cuando volviese a reconocerme. A mi pregunta - ¿Cuándo podré volver a jugar con mis gallardos compañeros? - la respuesta fue - Ya te darás cuenta tú de cuando estarás listo para jugar, tú mismo lo notarás, pero yo calculo que hasta dentro de un mes o mes y medio, nada - En ese preciso instante me vine abajo, ya que había depositado muchas ilusiones en el partido frente a los líderes y, sinceramente, estaba convencido de que ya podría jugar.

¿Cómo me encuentro? Pues una vez retirada la férula, me he encontrado con que mi meñique está hinchado como una morcilla y, lo más preocupante, su movilidad es prácticamente nula. Tengo el dedo como si fuese de madera, y el problema es que al moverlo me duele bastante, es decir que un nuevo golpe con el balón o un impacto fortuíto contra algún rival podría hacerme, no sólo ver las estrellas, sino retrasar mi recuperación. Por todo ello, espero que me comprendáis camaradas, he decidido hacer caso al médico y, de momento, seguiré sin enfundarme la elástica defensora. A pesar de ello el domingo estaré a vuestro lado, en este caso desde la grada para intentar llevaros en volandas hacia la victoria formando parte de la hinchada defensora, ya que, como bien señalaba nuestro capitán, el domingo tenéis que salir a ganar, no a hacer un buen papel o a intentar perder de pocos puntos de diferencia, nada de eso, el único camino es la victoria, y sé que igual que somos capaces de perder frente al último clasificado somos capaces de vencer al primero.

Capitán, compañeros, afición, defensores todos, lamento ser portador de tan malas noticias, mi baja, unida a la de José Ignacio, merma considerablemente a la escuadra defensora, si no en calidad en mi caso, sí al menos en número. Sólo espero que me comprendáis y os ruego que tengáis paciencia, prometo volver con las pilas recargadas y dispuesto a dar mucha, pero mucha guerra. De momento estaré en la grada animando a mi equipo al grito firme de...

¡¡¡DEFENSOREEEEEEEEEEEEES!!!

Defensor dijo...

Camarada, lamento leer tan malas noticias. No obstante, veo en tu lesión una parábola de nuestro equipo, así como cualquier parte de nuestro cuerpo puede provocar nuestra ausencia del terreno de juego, de la misma forma este grandioso equipo se resiente con la falta de cualquiera de sus miembros. Todos somos necesarios en este gran proyecto. Ahora bien, si el destino te ha privado de estar dentro de la cancha, te ha reservado junto con el también lesionado José Ignacio y el resto de nuestra querida hinchada, un puesto de vital importancia en nuestros esquemas: el de servir de apoyo moral a la infranqueable línea defensora. No es un papel menor. Compañeros caídos, afición, necesitamos el alimento de vuestros vítores y el empuje de vuestros ánimos, os necesitamos en definitiva igual fuera que dentro del campo. Acudamos a la cita como un solo cuerpo al bizarro grito de ¡DEFENSORES!

Anónimo dijo...

Ante semejante encuentro, mermadas nuestras filas, no puedo sino hacer un llamamiento a la afición defensora, para que acuda armada de pitos y artilugios varios a animar a nuestros muchachos. Aclarad vuestras gargantas y acudid a esta llamada defensora. La llamada de la victoria.

Capitana consorte y sus dos defensorcitos, que esperan la llegada del/a nuevo/a defensorcillo/a con la alegría que merece semejante acontecimiento. Desde las gradas damos ánimos y lo que es más importante: nuevos/as y futuros/as defensores/as.

Anónimo dijo...

Yo tampoco pienso perderme un acontencimiento de tal calibre. Ahí estaré, con los silbatos, los aplausos y los vítores de ánimo.
¡arriba defensores!


Anabel