lunes, 9 de febrero de 2009

Irreductibles Defensores: Defensores 43 - Paolos 47

Domingo 11:00 de la mañana. En el Acampo Pompilianense las huestes Paolinas avanzan inexorables extendiendo su dominio. Absolutos dominadores de la liga todos los equipos les rinden pleitesía hincándose de hinojos ante su paso. ¿Todos? No. En la pequeña aldea de Cesaraugustix un grupo de irreductibles están decididos a plantar cara al dominador. Capitanuezcascadix, Oskarevichpivotdeurgencix, Ricardbronquitiagudix, Jorgetriplemaestrix, Josebasecelerix, Furioculusmoratix y Peploskix (que cayó en una marmita repleta de poción de pequeño) y en el resto del poblado Camilidedomaderix y Josetobilloestensibilix con con la tradicional afición. Gracias a la acción del brebaje mágico, la testiculina, este puñado de afables lugareños devendrán feroces guerreros y podrán poner en jaque a toda la mesnada Paolina.
Partíamos de salida con dos lesionados y una ausencia, es decir siete hombres contra los diez del contrario, enfrentándonos además al líder supremo de la liga viniendo nosotros de perder contra el último clasificado, pero la épica defensora explica lo inexplicable y es capaz de dotar de lógica al comportamiento más extraño. Por que alguien me explique si no que perdamos de tres contra el colista y de cuatro contra el líder. Así son los defensores, impredecibles y siempre aguerridos.
Comenzó el duelo con un cuarto muy igualado en el que fuimos por delante casi todo el tiempo excepto al final, cuando concluyó perdíamos de 3. En el segundo cuarto las diferencias se ampliaron hasta los siete puntos que sin embargo neutralizamos empatando el partido y poniéndonos uno por delante en el minuto siete para acabar el primer tiempo perdiendo nuevamente de seis. En la reanudación diferencias de tres a cinco puntos a favor de nuestros contrincantes que se elevaron hasta siete puntos hacia el final del cuarto. Al final cinco abajo, las espadas continuaban en alto. El último cuarto registró las diferencias más elevadas a su favor de diez e incluso once puntos en el minuto ocho pero sin hacernos perder nunca la cara a un partido que tras dos triples defensores se puso tres abajo en el último minuto. Faltas bien hechas y defensa numantina que nos dio por dos veces la opción de empatar el partido con dos triples que no quisieron entrar. En la conclusión del partido cuatro puntos abajo pero siendo siempre dueños de nuestro destino hasta el final. Por el camino quedaron como restos de la batalla las gafas de Furillo cuyo estallido provocó el nacimiento de un bollo del tamaño de una avellana en el párpado izquierdo de nuestro compañero y para el recuerdo también el golpe que recibí de un contrario más propio de Jackie Chan que me hundió la nuez entre las vértebras. Hubo momentos duros, sí, pero en ningún momento nos dimos por vencidos y nos echamos a la espalda su superioridad, el marcador en contra en muchos momentos y hasta las gafas y la nuez. ¿Qué tuvo este partido que no tuvieran otros? Tal vez la tensión que mantuvimos de principio a fin sin pájaras que afeasen comportamientos heroicos, una actitud que nos hizo plantearnos el partido sin complejos, saliendo a por la victoria como decía en entradas anteriores y que hizo que por fin nos arrogásemos nuestro derecho a ganar. Esta vez no pudo ser, pero habrá otras.
Mención a parte merece nuestra nutrida afición que se desgañitó como nunca y a la que creo que hicimos pasar un buen rato. Entre ellos estaban nuestros caídos que también disfrutaron con sus compañeros sin necesidad de entrar en las duchas.
Muchachos nos hemos merecido un descanso.
¡GRIS Y AMARILLO!

1 comentario:

binguero dijo...

Capitán,

magnífica crónica del encuentro ante Los Paolos, un duelo que deberíamos calificar como "EL PARTIDO", ya que creo que sacó a la luz la mejor versión de Los Defensores vista hasta la fecha. De hecho, podemos afirmar que junto con el tercer cuarto que disputamos ante Mediana de Aragón (sin duda, también cargado de épica, donde conseguimos remontar ocho puntos en contra y situarnos uno por encima en el marcador) ha sido nuestra mejor actuación, aunque matizando un detalle muy importante, que en Mediana se trató de un cuarto, es decir 10 minutos, mientras que el domingo dimos la cara durante todo el encuentro. Defendimos como jabatos, fue, y con mucha diferencia, el partido en que más rebotes conseguimos y más ataques del contrario conseguimos cortar (una lástima no haber estado más acertados en el plano ofensivo, de haber sido así, sin duda el partido se habría decantado de nuestro lado), pero también fue un buen partido en ataque, fue el encuentro en que mejor supimos mover el balón, buscamos huecos, jugamos sin miedo debajo del aro y no nos tembló el pulso a la hora de jugarnos canastas decisivas desde la línea de triples. A todo esto hay que sumar otro detalle muy importante, fue el partido en que más tiros libres conseguimos, al menos en porcentaje, bien es cierto que fue un encuentro de guante blanco en el que nuestros rivales apenas nos hicieron faltas, pero las pocas ocasiones que tuvimos las aprovechamos; ésto es muy importante, en la línea de tiros libres se deciden muchos partidos, y más en una liga en la que los tanteos apenas superan los 40 puntos.

La pregunta es ¿será todo esto fruto de una inspiración pasajera o se trata de un hecho que no hace sino corroborar nuestro buen rumbo? Vayamos por partes, en primer lugar no hay que ser excesivamente optimistas, a pesar de que hayamos jugado nuestro mejor partido. Convendréis conmigo, camaradas y afición, en que nuestros rivales no tuvieron su mejor día; no nos engañemos, los hemos visto jugar (de hecho los hemos sufrido...) y son muy buenos, este domingo no estaban especialmente inspirados. Estuvieron fallones en ataque y no nos sometieron a la presión individual del partido de ida, precisamente ésto nos permitió jugar como a nosotros nos gusta y crecernos conforme veíamos que el marcador se mantenía ajustado. Con ello no estoy restando mérito a nuestra actuación, ni mucho menos, simplemente procuro ser crítico para que no nos durmamos en los laureles. Por otro lado, es cierto que experimentamos una línea ascendente de juego y resultados desde que sufriésemos la que fue nuestra derrotas más amarga, la que nos llevó a caer ante el por entonces colista Triple X. En los últimos encuentros hemos dado la talla, nos hemos mostrado serios en ataque y en defensa y hemos dejado atrás esos marcadores humillante de más de dos dígitos de desventaja, de hecho en los dos últimos partidos hemos perdido de 3 y de 4 puntos respectivamente. Eso indica que estamos en el camino correcto, y que tarde o temprano llegará la victoria. Pero bajo mi punto de vista este domingo hubo algo que nos permitió evolucionar como equipo y que nos acercó al triunfo: nuestra actitud. Nos creímos que podíamos ganar, nos olvidamos de que nos enfrentábamos al líder, ese equipazo que nos había ganado de más de 20 puntos en la ida, nos limitamos a jugar nuestro partido, a hacer lo que mejor sabemos hacer, a explotar nuestras virtudes y a mantener la cabeza fría. Camaradas, podemos ganar a cualquiera, dejemos de sentirnos La Cenicienta de esta Liga, si algo tengo claro es que el domingo nos reencontramos con la actitud ganadora que habíamos perdido por el camino hacía muchas jornadas, y ésa es la mejor noticia de cuantas podíamos imaginar.

En el plano negativo del encuentro he de situar sin duda mi estancia en la grada. Camaradas, si bien disfruté del encuentro junto a nuestra fiel hinchada, descubrí que no estoy hecho de la inquebrantable pasta de nuestra afición, mi corazón no aguanta la tensión de la grada y la impotencia de no poder intervenir en el juego, la tristeza de no vestir la gris y gualda y la desazón de no pelear a vuestro lado, todo ello se hace simplemente insoportable. No puedo sino tener palabras de admiración hacia la hinchada defensora, que demostró ser la más nutrida de la Liga, y con diferencia la más combativa; la actitud guerrera de nuestra afición impresionó a los nobles jugadores de Los Paolos. También quiero dar la enhorabuena a los ganadores, un equipo sólido que, para mí, son los favoritos a ganar el campeonato y ascender a Social Plata, un equipo que juega bien y deja jugar, sin estrellonas, sin teatreros, sin marrullerías; la verdad es que es un placer jugar contra equipos de esta categoría, así que bravo por Los Paolos y mucha suerte en esta recta final del campeonato liguero. Capitán, camaradas, afición, defensores todos, espero estar pronto a vuestro lado derrochando ilusión y entrega en la cancha, mientras tanto, y siempre que pueda, estaré en la grada gritándoos... ¡¡¡SOIS LOS MEJORES!!!

GRIS Y AMARILLO... ¡¡¡COMO MI CALZONCILLO!!!