lunes, 11 de agosto de 2008

Operación Defensora en París





Salud compañeros!

Recién llegado del corazón de la patria gabacha y con la grata sorpresa de la reanudación de la actividad propagandista e intelectual del movimiento defensor, me permito el gusto de relatarles los detalles de la operación defensora en París.

Mi mayor deseo una vez conocido el destino de París como lugar de asueto veraniego era el poder mostrar a los gabachos y al resto de ciudadanos del mundo presentes en las inmediaciones del Arco del Triunfo parisino la falacia y prepotencia que en si mismo manifiesta.

Después de una larga caminata a lo largo de los Campos Elíseos, la cual podría haber dejado exhausto a cualquier mortal pero nunca a un defensor de pro, logre alcanzar el emplazamiento de tan magno monumento gabacho.
Por el camino me fui encontrando con gente variopinta, mucha de ella llegada allende los mares, que como posesa se dirigía a lujosas tiendas situadas a ambos lados de tan magna vía.
Me sorprendió también la gran cantidad de señoras que descendían de unos carruajes (marca mercedes) totalmente cubiertas por unas telas negras y seguidas por un gran séquito de doncellas que adornaban sus cabezas con pañoletas blancas y gran profusión de maquillaje en sus rostros. Eran la muestra palpable del valor que en la actualidad se da al llamado "oro negro".
Con una sonrisa picarona (doncellas) y mirándoles con absoluta indiferencia (señoras) tuve un momento místico-ascético (seguro que producto de una droga vertida por un gabacho en mi comida) en el cual veía acuñado el termino "oro-gris" como sinónimo de valor sin par en el universo conocido.
El "oro-gris" no proporcionaría excelsos lujos materiales al que lo poseyera, pero si que lo convertiría en un ser que transcendería la naturaleza humana para emparentarlo con los dioses del mitológico olimpo griego. Seria el reflejo de la virtud infinita marcada por el áurea divina comandada por el dios Zeus ( Pakhicius nuestro profeta).
El rugir de los truenos procedentes de una tormenta seguramente engendrada por un mago sajón, me devolvió a la realidad material del momento.
La expedición había alcanzado su objetivo, insultantemente imponente el Arco del Triunfo parisino se alzaba ante mí. No me sobrecogió en absoluto, hecho que a cualquier otro mortal le hubiese ocurrido insofacto. De lo alto de su arco pendían dos enormes enseñas, la gabacha y la europea, a si mismo el monumento se veía rodeado por un intenso tráfico de carruajes de todo tipo y tamaño.
Lo sabía... habían alertado a la población de mi presencia. No obstante logre dar con un pasadizo en un lugar contiguo a la embajada de Quatar que me permitió alcanzar mi objetivo.
Eran las 18'20 h, y debajo del arco observe la presencia de la tropa enemiga. Lejos de atemorizarme, al ser defensor (valga la redundancia cíclica de todo el escrito), me envalentonó para poder traspasar un denso gentío que se agolpaba a ambos lados del ejercito gabacho.
Muchos de ellos portaban enseñas gabachas y eran soldados de avanzada edad, de cuyos uniformes colgaban innumerables medallas al merito en la batalla.



Este hecho, la edad que no las medallas, me ablando un poco y me recorrió una intensa emoción quedandome totalmente embriagado por la misma. Acto seguido, alcé la vista pudiendo observar la mayor de las falacias gabachas de las que he sido testigo...SARRAGOSSE ponía en uno de los pilares al lado de las nombres de otras poblaciones que los gabachos consideraban vencidas.



Una furia procedente del hades de Homero recorrió cada centímetro de mi hercúlea anatomía, y con una agilidad propia de una gacela me dispuse a trepar por el arco para restituir el honor mancillado de nuestra ilustre cuna. Para entonces el mago sajón había conseguido acercar la tormenta al lugar y el diluvio universal hizo acto de presencia, ocasionandome no pocas dificultades en mi heroica misión de lograr escribir en el pilar del monumento:
... entre los muertos siempre se alzara una heróica voz que diga ZARAGOZA NO SE RINDE!!!!!!!!!

DEFENSORES!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

1 comentario:

binguero dijo...

Bienvenido Peplowski, y es una doble bienvenida, en primer lugar por tu regreso de tierras invasoras y en segundo lugar por tu incorporación de pleno al blog. Sí señor, sin miedo a escribir y a postear, que tomen nota los demás Defensores que figuran como contribuyentes en esta bitácora, no podemos estar siempre pendientes de las sabias, y necesarias, arengas de nuestro magnánimo capitán, también es necesario demostrar nuestro grado de implicación ofreciendo nuestros puntos de vista, nuestras preocupaciones o, como en tu caso, nuestras idas de olla.

Apasionante el relato de Peplowski, alias Príncipe del Rodeo, que ha contribuído a pasear y exhibir los símbolos defensores en países foráneos, tal y como hizo también el camarada Drogakhevicius en Estambul. Sigamos demostrando al mundo que estamos locos, que nos llamen soñadores, que nos tachen de tarados, pero algún día nuestros nombres figurarán en letras de oro en la historia de la épica deportiva y nos construirán un arco donde también figurarán los nombres de aquellos que doblaron la rodilla ante nuestra imparable marcha marcial.

¡¡¡DEFENSOREEEEEEEEEEEEEEES!!!